20.11.07

La vida en el Congo



Amable. Este es el padre Amable, el cura del pueblo (el de la derecha; el otro es el profesor, que es un voluntario que no cobra, por supuesto). Mucha gente junto con Amable están trabajando muchísimo para mejorar las condiciones de vida de las personas que viven aquí. El problema es que les faltan medios. Por eso presenta proyectos, pero todas las ONGs los rechazan porque dicen que no trabajan en la zona. (Por supuesto, es un pueblo de chozas abandonado en medio de la selva congoleña, ¿a quién le importa?). Necesita dinero para levantar una escuela, para potabilizar el agua. Los niños que puedan morir cualquier momento por una diarrea, porque sólo pueden beber el agua del río por supuesto contaminada. Los jóvenes no tienen trabajo. Amable quiere levantar un centro de oficios para los adolescentes, para enseñarles un oficio. Los alimentos tampoco abundan. No hay redes para pescar. No hay hoces para labrar la tierra. La verdad que es desesperante. Tenemos que ayudar al padre Amable para que sus proyectos salgan adelante. Quien quiera contactar con el padre Amable puede llamarle al Congo al 00 2425456106 Tiene un e-mail que sólo puede contestar cuando alguna vez viaja a Brazzaville, es decir, a la civilización. Lo hace una vez cada dos meses. Pero siempre contesta y es: amabilis03@yahoo.es Y para financiar los proyectos tiene un número de cuenta que es el 2038 1852 3330 0069 9568, en Caja Madrid. Esa cuenta es suya, sólo él tiene acceso a ella, y yo doy fé de que cada peseta que tiene la invierte en los más pobres. De todos modos, el que quiera tener más información me puede escribir a conchin2001@hotmail.com y os intentaré informar.



La escuela. Esta es la escuela del pueblo, un barracón que ha creado el padre Amable y donde sólo tienen cabida ochenta niños. A Amable le gustaría construir un local en condiciones en el que cupieran más de cuatrocientos niños. Como veis no tienen cuadernos, ni libros, ni lápices. Sólo unas pizarritas destartaladas. La mayoría de estos pequeños son huérfanos.


El hospital. No hay medicamentos. Y los que hay carísimos. Una caja de aspirinas cuesta tres euros. Nadie se lo puede permitir. Por eso la esperanza de vida es de 40 años. Y por eso, la mayoría de los niños quedan huérfanos, y por lo tanto abandonados. Amable está intentando hacer llegar cajas de medicinas procedentes de España. Ya ha contactado con una ONG de Navarra, pero el transporte cuesta 100 euros. Nosotros podemos ayudarle.



La gente. Estos son algunos de los habitantes del pueblo. Como veis no tienen piernas. Son refugiados ruandeses. Perdieron las piernas después de recorrer miles de kilómetros huyendo de su país para llegar a esta región donde, al menos, hay paz y generosidad. Amable dice que "si hubiera un precio nobel de la ospitalidad, el mundo lo entregaría a este país".




El pueblo. Se llama Loukolela y es un pueblo muy pintoresco, precioso, bañado por el río Congo y al pie de la selva tropical. Las noches son espectaculares. Un manto de estrellas cuelga del cielo y a cada paso que dás, salen decenas de luciérnagas, lo que dá una sensación de encontrarte dentro de un cuento de hadas. La cara amarga, es que no hay luz, no hay electricidad, lo que quiere decir que los habitantes de esta región viven a oscuras. No hay agua potable -se puede comprar agua embotellada, eso no falta-, pero sólo los que tenemos algo de dinero podemos acceder a ella. Y luego están los mosquitos. Hay mucha malaria, porque no hay mosquiteros. Si hubiera, se evitarían muchas muertes, ya que sólo salen por la noche.



Cómo llegar. A Loukolela, en la región de la Cuvette, en la República del Congo, sólo se puede ir en piragua, en canoa, o en barco. En fuera borda se tarda dos días desde Brazzaville, la capital. Con una canoa, son cuatro días. Se pueden alquilar fuera bordas cómodas, pero la gente de allí se mueve con canoas como estas. Como os podéis imaginas, mucha gente muere ahogada.



Yo estuve allí. El viaje es precioso. Y mi experiencia la calificaría de inolvidable. Viví en condiciones duras, pero fui inmensamente feliz. Los africanos me hicieron sentir como en casa desde el primer día. Os iré contando poco a poco lo que vi y cómo fue el viaje. También voy a colgar en la web los proyectos que el padre Amable ha presentado. Son trece

Los niños. No hay más que niños por todos lados, pero detrás de cada uno hay una historia terrible. La mayoría no tiene padres, comen una vez al día, no pueden ir al colegio. Están absolutamente abandonados.

La iglesia pobre. La vida de Amable ha sido muy difícil. Es refugiado ruandés. Ha vivido tres guerras, dos en Ruanda y una en la República del Congo, pero ha conseguido sobrevivir de todas ellas gracias a su inteligencia. La semana que viene colgaré en la web su biografía que merecería una película en el cine. Ahora vive volcado en los más pobres de la tierra. Su vida sólo tiene sentido en la ayuda a los más necesitados. La semana que viene colgaré también los proyectos de cooperación que ha presentado. Algunos os preguntaréis que por qué la iglesia no le ayuda. Él mismo lo explica en una entrevista que le he hecho y que publicaré la semana que viene. Pero adelanto algo. Él dice que la Iglesia es una y conjunto de los creentes, pero se los ve con dos caras, la cara rica y la cara poble. Los curas africanos no tienen sueldo, no tienen una institución detrás que les respalde... sólo tienen el apoyo de los fieles. Pero los fieles son pobrísimos. Cada domingo en la misa, no sacan ni tres euros. Conciente que la Iglesia es comunión y solidaria con los pobres, Amable opina que hay que pensar sobre todo en la autogestión en vez de esperar siempre el maná del cielo.

Más fotos. Iré colgando más fotos, y contando más cosas. Esto es lo que me ha dado tiempo a hacer hasta ahora. Es que acabo de llegar de allí. También tengo previsto hacer una página web de la misión del padre Amable, de sus proyectos. Y contaré cómo van avanzando. Y a ver cómo podemos colaborar entre todos. Muchas gracias.

18.11.07

Un viaje al corazón de África.








Soy Conchín Fernández, y he vivido durante un mes en un pueblo muy bonito en medio de la selva. Hace cien años pasó por ahí André Guide, el autor de Viaje al Congo, pero desde entonces pocos europeos han llegado a esta zona de muy difícil acceso. En ese pueblo que se llama Loukolela no hay agua, ni luz, ni medicinas, ni por supuesto televisión, ni periódicos, ni radio... Allí viven sin embargo, más de diez mil personas, (en la región más de 40.000), la mayoría niños, y algunos huérfanos.
Algunos pequeños mueren antes de cumplir los cinco años, a veces por una simple diarrea. La cara amable es que estas personas tienen siempre la sonrisa en la cara, y es gente cálida y cariñosa hasta el extremo. Aquí, en medio de los más sencillos de la tierra, trabaja el padre Amable. Es un cura ruandés deseoso de mejorar condiciones en este pueblo. ¿Su problema? que no tiene medios. Yo le conocí hace seis años en Bilbao cuando estudiaba Teología. El año pasado me preguntó ¿por qué no te vienes al Congo y ves como vivimos? Acepté. Y este año he ido. Aquí os quiero contar mi experiencia de este viaje fascinante al África más profunda.



AGRADECIMIENTOS. Antes de nada quiero agradecer a todas las personas que me han ayudado a hacer este viaje, sin las cuales ni hubiera podido ir al Congo, ni hubiera podido filmar todas las imágenes que he rodado, ni hubiera podido escribir un reportaje. Sin ellas ese reportaje no hubiera salido en televisión, y ahora mismo tampoco estarías leyendo este blog. Por lo tanto, todas estas personas han contribuido a mejorar la vida de miles de personas, abandonadas por las grandes potencias, y olvidadas por los medios de comunicación. Gracias a todos por hacer el mundo más soportable.
Sois Ramón Fernández, Amalia García, Javier Fernández, Itziar Blanco, Alba Fernández, María Fernández, Alex Arias Salgado, Leticia Arias Salgado, María Isabel Garrigues, Fernando Arias Salgado, Begoña Pérez Cossio, Itziar Ancín, Leyre Unzué, María Sagüés, JuanMa Romero, Enrique Pérez Laguna, Luis Rubio, Alberto el Media, Alfonso de Lucas, Luis Francisco Gómez de la Llamosa Torrecilla, Javier Hernández, Paco Pinillos, Sara Romero, Narci Blázquez, Alejandra Alloza, Juan Manuel Fernández, Chema, Juantxo, Soraya de La 2, Jesús Peñín, Izaskun Valdivielso, Oscar Caso, Ana, Paco Naval, Alberto el Media, Chusa, Juanjo el de sonido, Antonio, Toñi Sauca, Vicente, Javier, Mauri, Teo, Franck, JuanMa, Marina... Ellos han hecho el blog, me han enseñado a rodar, me han ayudado a elegir la cámara, el objetivo, el trípode, me han hecho un botiquín, me han ayudado a preparar mi estancia en África, me han animado, me han montado las imágenes, me las han digitalizado, me las han emitido, están haciendo una web gratuita para la misión del padre Amable, me han dejado la cámara de fotos, me han escuchado, me han apoyado... a todos, muchas gracias.

Más fotos.